¿Porque, no es posible hacer cestos con éstas mimbres, o porque
sobran intereses particulares que no aportan las mimbres para hacer los cestos?
¿Porque hay unos honrados y justos políticos, que buscan el bien para
el pueblo al que sirven y pertenecen, y, hay unos cuantos que solamente buscan sus propios intereses, mientras
los demás se parten la espalda currando para hallar la solución al problema que
tiene planteado nuestro país, como consecuencia de las pasadas elecciones
generales; o, porque hay otros intereses que meten palos en las ruedas para que no siga el carro
con la carga que lleva encima para dinamitar el entendimiento?
No es cierto que nuestros políticos no sean capaces de entenderse ni
de ponerse de acuerdo para la investidura del nuevo Presidente de Gobierno para
el país; no, los políticos sí se entienden cuando les conviene entenderse.
Ahora no les interesa, porque no les conviene hacerlo porque están en juego
ocultos espurios intereses partidistas y personales que les impiden ceder la
parte que a cada uno le corresponde en toda negociación para cumplir con el
mandato de las urnas, que no es otra cosa que la voluntad del pueblo soberano
que ha decidido darle vacaciones al bipartidismo rancio y optar por otros
derroteros que nos conduzcan al final deseado; pero como quiera que el hombre es
un animal de costumbres fijas; éstos, “nuestros políticos de pacotilla”
acostumbrados a la poltrona y a repartirse el poder (esto para ti, esto para
mí) poniéndose de acuerdo por teléfono previa intervención en el Congreso, se han encontrado conque el
resultado electoral que se dio el pueblo a sí mismo, no coincidente con lo que
ellos habían convertido en tradición, les salió el tiro por la culata y les
cogió con el paso cambiado, ocurriéndole lo mismo que al recluta que no cambia
el paso ni a la de tres.
Así son nuestros políticos: animales de costumbres fijas que,
políticamente hablando, no ven más allá de sus narices ni le importa el
perjuicio que le causan al pueblo con su comportamiento infantil, por no ser
capaces de ponerse de acuerdo en cómo obedecer el mandato recibido en la última
convocatoria electora, e intentar forzar una nuevas elecciones generales
obligando al pueblo a un gasto innecesario en un momento de crisis, solamente
por tratar de imponer cada cual su propio criterio y al ciudadano que le parta
un rayo. ¡Así da gusto!
Vaya cuadrilla (nunca mejor dicho) de baldarras y desconsiderados que
estamos manteniendo los españoles, para que, a la hora de la verdad, en vez de
dar el do de pecho, se dediquen a imitar el avestruz y a criticar al
contrincante, convirtiéndolo en enemigo.
El deplorable ejemplo que estamos dando como país, gracias a nuestros
representantes, no es algo que el pueblo se merece ni los ciudadanos queramos
dar; la triste realidad, es la consecuencia que se deriva del comportamiento de
estos inútiles, que no son más que unos auténticos ineptos, incompetentes,
ignorantes e irresponsables como políticos, que no merecen la consideración ni
el respeto que el pueblo les otorga, y ahora, se extrañan de que los ciudadanos
normales perdamos la fe en ellos y votemos otras opciones que permitan
modificar su deplorable comportamiento del pasado ,que daña la imagen y la
confianza en ellos depositada por las gentes sencillas que los eligieron
voluntariamente y han llegado al sumun del hartazgo, que no es más que el fiel
resultado de la decepción y hastío que el pueblo, harto de tanta mentira y
desmadrada corrupción, ha decidido intentar cambiar la situación, dándole nueva
forma con emergentes personajes, que, tanto por la izquierda como por la
derecha, ofrecen otras posibilidades para efectuar los cambios que el país
necesita para salir del atolladero, al mismo tiempo que envía al ostracismo de
vacaciones a sus viejas glorias, aportando sabia nueva de cara a la primavera,
para intentar una regeneración política, tan necesaria para la normalización
que el país precisa con urgencia y les exige a los tradicionales partidos, cuyo
inmovilismo nos ha arrastrado a la situación actual en la que nos encontramos,
porque, al no tener posibilidad de ganar por mayoría un solo partido y poder formar Gobierno al estilo tradicional
y ser tan ineptos, que no son capaces de dialogar para llegar a cuantos acuerdos
sean necesarios, que, sólo se logran mediante la palabra, se dedican a
criticarse e insultarse unos a otros mientras chalanean y vociferan en el
Congreso, cual vendedores de mercadillo, dando una lastimosa idea del
comportamiento que nos están ofreciendo mientras se retratan en blanco y negro.
¡Lástima de sueldo que les estamos pagando por imitar al asno...!
Y, no es que piense que en su mayoría son unos burros, que lo son,
sino que, el pueblo les paga para que cumplan el encargo que les ha
encomendado, no para que se insulten y nos digan que Fulano es corrupto e
irresponsable y Citano un ladrón y un embustero, eso ya lo sabemos; lo que
queremos es que nos digan que van a hacer lo que el pueblo en las urnas le
pidió que hicieran: gobernar civilizadamente, y no mantenerse y persistir en
una inactividad gubernativa, permaneciendo con un Gobierno en funciones, que
ni funciona ni gobierna.
¿Para eso les hemos elegido los españoles?
¿Es eso, lo que merecemos los ciudadanos que depositamos en ellos la
confianza?
A veces, cuando les veo y escucho, pienso si éstos caraduras metidos a
políticos creerán que los ciudadanos somos tontos, que no nos enteramos de
nada, que estamos en la Inopia, y la ignorancia nos ciega la visión,
haciéndonos permanecer en un estado de letargo mental que nos impide pensar y
nos asemeja a ellos en cuanto a ineptitud. Se equivocan, porque somos seres
pensantes que tenemos muy claro lo que somos, lo que queremos y lo que pedimos
que se hiciera y no han hecho; otra cosa muy distinta, es que, porque callemos
otorguemos, que no es el caso ni estoy de acuerdo con ello; a veces callamos,
sí, porque tenemos lo que a ellos les tener: comprensión, tolerancia y respeto,
algo de lo que ellos carecen y ha hecho que nos alejemos de su comportamiento y
estemos hasta la coronilla de aguantar tanto chupón y vividor por cuenta ajena.
Es posible que algún lector piense que es demasiado dura la critica
que hago de la situación derivada del desacuerdo político que estamos viviendo
en España; pero la realidad es que, si nos miramos el espejo de la realidad, es
lo que se refleja en él: ineptitud política e intereses partidistas y
personales. Puro egoísmo y un Ego desmedido.
¿Por qué será?