CIRCULANDO POR LAS GLORIETAS
Retomando el tema de la circulación vial que lo había dejado
un tanto abandonado, seguidamente planteo el paso por las glorietas -o
rotondas-, que, no siempre es bien interpretado por la mayoría de los usuarios
del automóvil.
El uso de la vía pública como
conductor de un vehículo, supone que en determinadas situaciones en las que,
siguiendo la trayectoria rectilínea, puedan encontrarse los derechos de varios
usuarios, como es el caso de la llegada simultanea a las intersecciones o
cruces, es necesario establecer un orden de paso para evitar el choque,
aplicando una norma especial que, en detrimento de la norma general, determine
la prioridad de paso de los distintos vehículos por una intersección que tenga
unas características concretas; (toda vez que, se entiende por cruce o
intersección, el encuentro a la misma altura –al mismo nivel- de dos vías de
iguales o parecidas características).
Las glorietas, que son
desgraciadamente todavía para muchos conductores “esas grades desconocidas”,
afortunadamente consiguen ordenar la circulación de forma más fluida y segura
que si fueran cruces normales, las tradicionales intersecciones en las que como
norma general gozan de preferencia de paso los vehículos que se aproximan por
la derecha, excepto cuando se trate de cruces con prioridad regulada por
señales.
La glorieta es un nudo vial que a
más de uno se le atraganta, no sé si por desconocimiento de la norma o por
otros motivos -que no es el caso comentar-, la cosa es que ponen en peligro su
propia seguridad y la del resto de usuarios que no tienen culpa de nada; y, a
pesar de las explicaciones recibidas en la autoescuela y posteriormente en los
medios de comunicación, siguen quedándoles grades.
En la glorietas, los vehículos que se hallen dentro de la
vía circular tendrán preferencia de paso sobre los que pretendan acceder a
ella, pero, solamente los que ya están dentro del anillo en circulación
rotatoria, no los que pretendan incorporarse por la izquierda después de los que le están cediendo el paso a los
de dentro y proceden a incorporarse desde la derecha; que, esto es algo que no
parece entenderlo –o no quieren- la mayoría de usuarios conductores, a juzgar
por el comportamiento que se observa constantemente en el paso cotidiano por
las rotondas o glorietas, como se prefiera llamar; pues la mayoría siguen
entrando y saliendo sin tener en consideración que los únicos que tienen la
preferencia son -como ya se ha dicho- los que ya están dentro, no los que van a
entrar; estos, deberán respetar la norma de prioridad a la derecha; o sea, si
dos vehículos llegan simultáneamente a la glorieta, tiene preferencia de paso
el que se acerca por la derecha si ninguno ha entrado y, si hay alguno a su
derecha esperando para entrar, cediendo el paso al que está dentro, los que van
llegando por la izquierda deben
esperar, aunque esto no lo haga nadie. No sé si
me explico con suficiente claridad como para ser entendido; pero si queda
alguna duda, espero y confío en que el dudoso, solicite la aclaración que
precise y será debidamente atendida su petición.Vayamos por partes:
¿Qué es una glorieta?
La glorieta es una intersección,
o sea, un cruce de vías a la misma altura con unas características especiales
que la diferencian del resto de cruces normales.
Se entiende por glorieta un tipo
especial de intersección caracterizada porque los tramos que en él confluyen se
comunican a través de un anillo en el que se establece una circulación
rotatoria alrededor de una isleta central. No son glorietas propiamente dichas
las denominadas glorietas abiertas en las que dos tramos, generalmente
opuestos, se cortan directamente a través de la isleta central, por lo que el
tráfico pasa de uno a otro lado y no la rodea.
Así pues, la glorieta es una
plaza de circulación giratoria con un macizo central (ya sea jardín, estatua,
monumento, etc.) donde por lo común, desembocan al mismo nivel varias calles o
alamedas en las que confluyen las diferentes corrientes circulatorias, que
evita el cruce de las trayectorias rectilíneas que siguen los distintos
vehículos.
Téngase en cuenta que conducir es
un acto social que frecuentemente desarrollamos en un espacio compartido, como
es una vía pública, ya sea urbana o interurbana para la que se han establecido
unas normas de comportamiento y su incumplimiento genera una deliberada e
intencionada situación real de peligro (y, como tal, es sancionable), cuyas
consecuencias pueden ser nefastas en algunos casos concretos para los que no es
suficiente con conocer las normas, sino que hay que respetarlas
escrupulosamente y practicar la conducción preventiva como medida de
autodefensa, pues la prevención en la conducción, es la forma más útil e
inteligente de protegernos y proteger a los demás conduciendo un vehículo por
cualquier vía pública o privada de uso común.
La glorieta permite circular con
mayor tranquilidad y seguridad, aunque no siempre es así, pues no todos los
conductores tienen el mismo concepto de la interpretación de la normativa
vigente al respecto y se la pasan por el arco del triunfo cuando les conviene y
cruzan las glorietas en línea recta como si anduvieran por su casa, sin
importarle gran cosa el resto de usuarios que tienen los mismos derechos y
obligaciones que el que incumple con su deber, dando con ello
una palpable
muestra de “su esmerada educación y elevado grado de civismo que les acompaña”
y, si le recriminas su comportamiento, con un gesto del brazo o la mano, te
envían un cordial saludo y te mandan al carajo (dicho de una forma suave), por
lo que te dan ganas de darle recuerdos para su pariente más cercano, porque,
esos desconsiderados por donde quiera que van incordian a todo el que se le
pone por delante y molestan más que una mosca cojonera.
En las glorietas -como veremos
más adelante-, hay que procurar circular siempre que las circunstancias lo
permitan por el carril de la derecha, extremando la precaución, practicando la
conducción defensiva como ya se expuso en otra entrada anterior, ser precavidos
tanto a la entrada como a la salida; y al
Para evitar esta contrariedad,
antes de la salida es conveniente observar con agudeza el retrovisor izquierdo
pero sin distraerse, para evitar el accidente que con tanta frecuencia ocurre
en las glorietas tanto al entrar como al salir.
Un capítulo aparte merece la
circulación por las glorietas de los vehículos de dos ruedas cuya escasez de
estabilidad, como medida preventiva, requiere utilizar solo el carril de la
derecha desde la entrada hasta la salida, entre otras cosas, porque el campo de
visibilidad es más restringido que el de un vehículo de cuatro ruedas, debido
al casco.
De todos es conocido que el
parachoques de la moto es la cabeza del conductor, y también es conocida por
todos su fragilidad, aunque se lleve puesto el casco obligatorio, por ello, hay
que prever que si por cualquier circunstancia ocurre un accidente dentro de la
glorieta conduciendo un vehículo de dos ruedas, bien sea una motocicleta o una
bicicleta y su conductor u ocupantes caen al suelo (que, es lo más probable),
tienen muchas posibilidades de ser atropellados por otro vehículo de mayor
envergadura y causarle grandes daños o aplastarlo; pues al circulan por los
carriles central o izquierdo, lo más seguro es que alguno se los lleve por
delante o lo arrastre, con lo que ello supone,
eso si tiene suerte y no le causa la muerte; sin embargo, si circulan
siempre por el carril de la derecha y son golpeados por otro vehículo que
circule por alguno de los carriles interiores o por detrás, en la mayoría de
los casos van a parar fuera de su carril por la derecha, prácticamente, fuera
de la banda circulatoria, con lo cual no quedan tan expuestos al atropello como
si le
sucediera en otro carril del interior; pero esto, no parecen entenderlo ni querer aceptarlo la mayoría de
los conductores de este tipo de vehículos que son los que con más frecuencia toman las glorietas en línea recta o
por los carriles interiores sin tener en cuenta las consecuencias que conlleva
ese comportamiento tan peligroso.
Incorporación y salida de las
glorietas:
La entrada a las glorietas ha de
hacerse ni más ni menos como si de un cruce normal se tratara. Para ir recto o
a la derecha, carril derecho y para ir a la izquierda, podemos utilizar el de
dentro pero situándose en el de la derecha -el exterior-, antes de la salida y
señalizarlo claramente.
En las glorietas solo se señaliza
el cambio de carril y la salida, la entrada no.
En la medida de lo posible,
deberemos incorporarnos por el carril de la derecha y rodear la rotonda por ese
carril hasta la salida, por el que deberemos abandonarla siempre. No obstante,
si la vía por la que nos incorporamos dispone de más de un carril y la glorieta
a la que accedemos también, podríamos incorporarnos o salir, desde el mismo
carril que venimos utilizando para entrar directamente al carril de la glorieta
que corresponda al de la vía por la que circulamos. Por lo tanto, si venimos
por el segundo carril, nos incorporamos a la glorieta por el
segundo carril, y,
así sucesivamente si la rotonda tiene tres, cuatro o más carriles como ocurre
con algunas plazas importantes de en algunas grandes ciudades y están como es
lógico señalizadas con las carriles de entrada, de circulación giratoria y de salida, circularemos solo por el de la derecha en ambos casos), saliendo siempre por el carril de la derecha al cual nos deberemos incorporar como muy tarde, en el espacio comprendido entre la salida anterior y la nuestra, señalizando nuestra intención previa y claramente. Lo que no podemos hacer es cambiar de carril innecesariamente, sólo lo haremos para abandonar la vía, -la glorieta- y extremando al máximo las precauciones.
Si bien las glorietas alivian el
problema de las intersecciones por su trazo y estructura, sin ninguna duda, el
mejor sistema de intersección sería un enlace cuyo encuentro de vías sea a
distinto nivel para solucionar definitivamente la congestión del tráfico y
evitar encuentros, pero resultaría excesivamente caro, para el país y, en muchos casos difícil de construir. Eso,
o algo parecido debieron pensar o entender los norteamericanos hace más de 30
años cuando decidieron eliminar la casi totalidad de las glorietas en USA.
Espero dar respuesta con este
tema a la solicitud de un zarceño que me demandaba una explicación sobre la
circulación por las glorietas; y, si no lo considera suficiente (él o
cualquiera otro), le agradecería que lo consultara públicamente , para que le
pueda servir de referencia a los demás.




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correspondiente señalización horizontal mediante las
flechas en el suelo indicando las diferentes direcciones y carriles desde los
que podemos abandonarla y a los que nos podemos incorporar una vez fuera de la
circulación rotatoria y en función de la densidad de circulación de cada
momento; (porque si vamos circulando solos por una glorieta, aunque tenga
varios 


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